lunes, 18 de noviembre de 2013

El descubrimiento de una masacre.


Hace pocos días, un equipo de arqueólogos suecos descubrieron en la isla de Öland, Suecia, en un yacimiento en el que trabaja la Lund University y el Kalmar County Museum desde 2010, una auténtica masacre. Al parecer, hace unos 1600 años, en el denominado "periodo de las grandes migraciones" o "primeras invasiones" (siglos IV al VI de nuestra era), se produjo lo que parece ser una matanza en la aldea que corresponde a este yacimiento; el ataque por parte de un contingente bien organizado, tal y como asegura Helene Wilhelmson, una de las arqueólogas que participan en el proyecto desde 2012, fue lo que ocasionó este drama.
El equipo sólo lleva excavado un 1% del emplazamiento, un porcentaje muy bajo pero suficiente para hacerse una idea de lo que ocurrió en aquel sitio hace más de milenio y medio. Entre los restos encontrados se han hallado un gran número de esqueletos, la mayoría con claras muestras de una muerte violenta: uno de ellos con una fractura en el cráneo causada por el golpe de una espada mientras se situaba de rodillas (una evidente ejecución) y otro de ellos con un fuerte golpe en la parte trasera de su espalda. Claramente lo que sucedió allí fue un autentico horror. Esperemos que el yacimiento siga brindando información de lo que realmente ocurrió en aquel lugar.

Para más información, podéis leer el artículo original (en inglés) en el siguiente enlace: Fifth-century massacre discovered by Swedish archaeologists

1 comentario:

  1. Tras leer el artículo y ver el vídeo, me he imaginado el ataque a la aldea tal cual de esta forma, con la misma ambientación:

    http://www.youtube.com/watch?v=FEp76ppPc8o

    Por supuesto, ésta es una película de fantasía y de ficción, pero... por imaginar, que no quede. Quién sabe, tal fuera un ataque para robar la comida y las escasas posesiones que tuvieran en esa aldea. Ese contigente a lo mejor eran mercenarios o un pequeño batallón enviado para hacer una razia contra varias aldeas de ese territorio. Otro desafío más para los arqueólogos.

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